Pelotari vasco, verdadera leyenda en la especialidad de pelota a mano. A principios de los años veinte comenzó a hablarse de él como un nuevo pelotari que contaba sus participaciones por victorias y que siempre jugaba con una peculiar boina de grandes dimensiones. En aquel momento, Juan Bautista Azcárate, conocido como el gran Mondragonés, era el rey de los frontones, y en 1926 se produjo la primera y esperada confrontación, con el título de campeón en juego, entre Azcárate y el joven Juaristi. El campeonato se disputó a la manera tradicional: en tres partidos, de los que el aspirante debía ganar dos para proclamarse campeón. Atano III ganó los tres encuentros
Con veintidós años, Mariano Juaristi se convirtió en el nuevo campeón de pelota a mano, inaugurando, de este modo, un reinado que duraría hasta que cumplió los cuarenta y cuatro. Acumuló alias y victorias hasta caer derrotado en 1948 frente a Miguel Gallastegui. Acabó entonces la hegemonía del pelotari manista más importante de todos los tiempos.
Los cronistas de la época cuentan que Atano III cobraba siete mil pesetas por actuación, cuando los pelotaris más destacados del momento apenas alcanzaban las doscientas. Como Ábrego en la especialidad del remonte, Atano fue un manista completamente distinto a los demás y su juego defensivo mereció tanto reconocimiento como su extraordinario ataque. Con él, la pelota a mano se hizo espectacular y, según los críticos, con su caída se cerró la etapa más gloriosa que ha conocido la pelota vasca en toda su historia
(Homs, 1929-París, 1992) Político sirio. Ministro del Interior (1963), en 1966 se convirtió en jefe del Gobierno después de un golpe de estado del Baas. En 1970 tomó el poder Hafiz al-Hasad y Atasi se exilió en Libia. Falleció después de haber estado encarcelado durante 22 años tras su derrocamiento